La suerte para progresar en la vida

“La suerte es lo que sucede cuando la preparación se encuentra con la oportunidad” Seneca

“La suerte es lo que sucede cuando la preparación se encuentra con la oportunidad” Seneca

Cuando hablamos del factor “suerte” en la consecución de cualquier anhelo en la vida, solemos pensar que necesitamos fuerzas desconocidas que nos ayuden a alcanzar ese deseo que consideramos importante, especialmente si sentimos una necesidad imperiosa de cumplirlo. Sin embargo, si hemos trabajado para alcanzar lo que nos hemos propuesto, ya sea un objetivo, una meta o un propósito específico, el pensamiento sobre la suerte, que tanto podría inquietarnos cuando dudamos de nuestras acciones, no debería ser una preocupación. A través de nuestro esfuerzo diario, estamos llamando, de manera inconsciente, a esa “divinidad” de la suerte para que nos ayude a materializar nuestros sueños.

Si nos dedicamos a trabajar por lo que queremos y seguimos de manera consistente el proceso necesario para alcanzar nuestros objetivos, la suerte no será un factor determinante. En lugar de depender completamente de ella, nuestro esfuerzo actúa como un imán para atraer las oportunidades necesarias. No debemos limitar el concepto de suerte a su significado tradicional. En cambio, debemos replantearlo como la preparación que necesitamos para estar listos cuando la oportunidad se presente. Si hemos hecho todo lo necesario y hemos puesto nuestro esfuerzo en algo que deseamos, esa preparación nos permitirá materializarlo.

Esfuerzo diario.

Para lograr cualquier meta, es fundamental realizar el esfuerzo necesario y planificar nuestras acciones conscientemente. No basta con desear algo; debemos involucrarnos activamente en el proceso requerido. Solo así podremos contar con la “ayuda” de la suerte para concretar nuestros objetivos. Asimismo, es crucial comprender que a veces es necesario esperar el momento adecuado para que esa oportunidad llegue. No debemos apresurarnos; las cosas importantes toman tiempo, y los resultados suelen manifestarse de forma gradual. Si no controlamos nuestra ansiedad por lograr algo, podríamos terminar alejándonos de las posibilidades de éxito.

Las cosas importantes toman tiempo.

Aunque las cosas no nos salgan como queremos, debemos ser pacientes para entender que todo lo bueno tarda en llegar, y eso, acompañado de la buena suerte que nosotros mismos podemos manifestar por medio de nuestro trabajo diario, la vida misma se encargará que todo pueda alinearse a favor de lo que deseamos. La esperanza de tener una mejor vida nunca se será en vano, porque si nos preparamos y nos capacitamos en lo que estamos desarrollando, o en cualquier cosa en la que estemos aprovechando nuestro tiempo de forma virtuosa, todo lo que llegará a nuestra de vida será de un mundo lleno de oportunidades para mejorar en cualquier ámbito que queramos.

Un mundo de oportunidades.

Como dice la frase: “La suerte es lo que sucede cuando la preparación se encuentra con la oportunidad”. Si nos preparamos adecuadamente para lo que deseamos, las oportunidades que se presenten serán el resultado directo de nuestro esfuerzo. Por ello, ser congruentes con nuestros objetivos es fundamental para mantener la suerte de nuestro lado, independientemente de las circunstancias externas. Pensar de manera positiva nos permitirá mantener la conexión entre lo que queremos y la suerte necesaria para alcanzarlo.

Tarde o temprano, la vida nos recompensará. Solo necesitamos paciencia.

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