A medida que crecemos, sabemos que debemos estar en constante aprendizaje y adquiriendo nuevos conocimientos en distintas áreas para desarrollar nuestra capacidad intelectual, ya sea en temas generales o específicos. La importancia de estar en un entorno de aprendizaje es fundamental para nuestro crecimiento personal, evitando aferrarnos a concepciones obsoletas y buscando siempre la sabiduría que nos mantenga mentalmente sanos. De esta manera, reducimos la posibilidad de caer en la ignorancia dentro de determinados contextos sociales.
Entendiendo que lo mejor que podemos hacer es estar aprendiendo, y adquiriendo nuevas habilidades, nuestra estancia en este mundo será mucho más enriquecedora y significativa. En cambio, si adoptamos una actitud arrogante y nos negamos a aprender algo nuevo, terminaremos atrapados en una burbuja creada por nuestro propio ego, incapaces de aceptar lo nuevo y lo cambiante que es la vida. Hoy en día, con los avances tecnológicos, pareciera difícil considerar a alguien ignorante, ya que vivimos en una era de acceso constante al conocimiento. Sin embargo, paradójicamente, estamos generando el efecto contrario.
Debemos entender que al estar adquiriendo nuevos conocimientos mejoramos nuestra capacidad de raciocinio, o entendimiento por las cosas que hay a nuestro alrededor, y de lo que vamos descubriendo a medida que comprendemos más de la realidad misma. Depende de nuestra propia voluntad si queremos mejorarnos constantemente en algún área de desarrollo de habilidades, y conocimiento especifico, ya que nadie vendrá a decirnos lo que debemos hacer. Por lo tanto, la curiosa personal para abrirse y explorar nuevos campos del saber es fundamental si queremos progresar en nuestro desarrollo personal.
Conforme avanzamos en la vida, debemos ser más conscientes de que la capacitación constante es clave para mantener nuestras habilidades cognitivas en óptimas condiciones. Si no entrenamos nuestra mente, poco a poco se irá deteriorando hasta el punto en que nos costará pensar y comprender distintos temas de interés o sucesos de la realidad. Es triste llegar a una edad en la que nos cuestionamos si lo que hemos aprendido ha sido suficiente, o si hemos desperdiciado oportunidades para adquirir nuevos conocimientos. Esta sensación de arrepentimiento puede generar un vacío difícil de sobrellevar, especialmente cuando nuestra conciencia nos recuerda lo que pudo haber sido.
La ignorancia en nuestra vida
La ignorancia en general, solo nos llevan a creer que somos eruditos sin siquiera cuestionarnos si realmente lo sabemos todo. Esta actitud solo conduce a reforzar más nuestro ego de forma negativa para creer que no necesitamos aprender de nada en particular. Incluso, en aquello que necesitamos para mejorar nuestras capacidades en un área específica. Es muy importante que no seamos indiferentes ante las oportunidades que nos brinda la vida para mejorarnos como personas que están dispuestas a adquirir nuevos conocimientos, y habilidades que ayudarán, por una parte, a nuestra formación profesional, y por otra, a personas que requieran de nuestra expertiz para resolver un determinado problema.
El conocimiento es poder, y debemos aprovechar todas las oportunidades para perfeccionarnos en algún área. Con los avances tecnológicos, hoy es más fácil acceder a información de nuestro interés para capacitarnos y mejorar de forma integral. Sin embargo, no debemos permitir que la pereza y el orgullo nos impidan progresar. La ignorancia constante puede convertirse en una barrera que frustra nuestras aspiraciones y limita nuestro crecimiento. Si en algún momento nos sentimos perdidos o no sabemos cómo avanzar, siempre es válido pedir ayuda a alguien con más experiencia para orientarnos en nuestro camino de aprendizaje.
En cuanto a la relación entre la tecnología y el acceso al conocimiento, aunque hoy tenemos más oportunidades que nunca para aprender, no siempre aprovechamos este recurso al máximo. De hecho, la facilidad para obtener información ha generado una falta de curiosidad genuina por aprender. Además, el exceso de entretenimiento superficial en las redes sociales hace que muchas personas pierdan el interés por adquirir nuevas habilidades o conocimientos que podrían mejorar sus capacidades.
En este contexto, con todas las facilidades que hay en la actualidad la frase “El conocimiento es humilde. La ignorancia es arrogante” tiene mayor importancia debido a todos los cambios que hemos experimentado en cuanto a la nula necesidad de seguir aprendiendo a pesar de las mayores facilidades para acceder a algo nuevo que antes, era más difícil de conseguir. Esto permitía apreciar más las cosas, y los conocimientos que adquiríamos, además de sentir esa necesidad de seguir aprendiendo para no quedarnos atrás ante los avances en áreas humanísticas y científicas.
En definitiva, el deseo de seguir aprendiendo depende de nuestra voluntad y criterio. Al final, es nuestra decisión alejarnos de la ignorancia y asumir el compromiso de mejorar constantemente. Si elegimos el camino correcto, con humildad y determinación, sabremos que estamos haciendo lo necesario para enriquecer nuestra vida a través del conocimiento. La excelencia es un camino que todos deberíamos escoger para alcanzar nuestra mejor versión y construir una vida con propósito.