Cuando hablamos de mantener relaciones sólidas y significativas con las personas que estimamos y que están presentes en gran parte de nuestro tiempo, debemos retribuir, de manera equilibrada, las acciones y gestos que esas personas hacen por nosotros de forma desinteresada. Al generar una relación de confianza, y respeto por alguien a quien dedica su tiempo, y energía en otra persona, fortalece esa unión que caracteriza un buen lazo reciproco que no demanda de exigencias desmesurada para mantener una relación estable. En ese sentido, si estamos rodeados por un entorno sano y compresivo, nuestras relaciones con las demás personas serán más duraderas y de mayor calidad, por lo cual, es muy importante prestar atención con quienes interactuamos al momento de prestar nuestra energía, y atención en aquellas personas que no necesariamente estén interesados en nosotros, o que no tenemos las mismas expectativas sobre lo que consideramos una relación significativa.
Al generar cualquier tipo de vínculo, nuestro tiempo y energía emocional se ven afectados según el nivel de compromiso que decidamos ofrecer para mantener relaciones sanas y duraderas con quienes sentimos una conexión genuina y sin obligaciones forzadas.
Si somos conscientes que nuestro tiempo, y energía son recursos muy valiosos que debemos aprovechar al máximo, entenderemos muy bien el trasfondo del mensaje sobre el alto costo emocional que debemos pagar, si queremos mantener en nuestras vidas a personas que estimamos, y consideramos parte fundamental en nuestro crecimiento personal. Si actualmente no te cuesta mantener relaciones sanas, y de distinto tipo con determinadas personas, entonces no habría problemas para que puedas generar conexiones significativas a tu vida. Ahora, si actualmente no tienes problemas para mantener relaciones sanas con determinadas personas, es probable que puedas generar conexiones significativas en tu vida, siempre y cuando estés dispuesto a asumir el gasto emocional que conlleva estar atento a las necesidades de los demás, y a su vez, confiar en que también satisfarán las tuyas en una relación de responsabilidad afectiva.
El costo de mantener una relación significativa
Dejando claro esto último, debemos hablar sobre aquellos que a lo mejor el costo de mantener una relación significativa, con determinadas personas es muy alto, y dejan de lado su desarrollo como persona en distintas áreas de crecimiento. Para estas situaciones, es muy importante evaluar si estamos obteniendo algún beneficio emocional al momento de interactuar con aquellas personas que consideramos más cercanas en nuestro circulo, y que agradecen nuestra compañía a través de acciones concretas que pueden realizar para reforzar la unión, y la sana convivencia como un signo de agradecimiento por entrar en la vida de cada uno. Sin embargo, si este no fuera tu caso, o el de la mayoría, se debe cortar de raíz cualquier relación que no aporte nada bueno para tu desarrollo como persona, ya que solo obtendrás estrés, y cansancio mental, por estar preocupado de aquellos que a lo mejor no retribuyen de igual forma tus acciones de preocupación, tiempo y estima como una parte fundamental para mantener relaciones duraderas y significativas.
Si no tomamos las decisiones necesarias para evitar un desgaste emocional innecesario, podríamos terminar pasando gran parte del tiempo tristes, enojados, deprimidos o apáticos debido a la falta de reciprocidad en quienes no nos valoran.
Ahora, sobre los tipos de relaciones que podríamos a llegar formar con determinadas personas, habría que hacer la distinción con quienes, precisamente, se puede establecer una relación de pareja, o una amistad que perdure a través del tiempo. Esto, como una forma de hacerle saber a la persona que tenemos enfrente, la importancia que tiene está en nuestra vida. Estos dos tipos de relaciones que son muy significativas en cuanto al sentido que le damos, sin duda, son de los que más tiempo, y energía se necesitan para establecer lazos que sean recíprocos, y duraderos si ambas partes así lo desean. Sobre el tipo de relación en pareja, entendemos que dedicar gran parte de nuestro tiempo en cultivar una relación sana, con otra persona, influye en como nosotros demostramos todo lo que sentimos por medio de actos que simbolicen un amor sincero, y desinteresado como parte del lazo afectivo que se quiere construir, si es que nos proyectamos con la otra persona a formar la unión de un amor reciproco.
Aunque este sería el ideal, sabemos que concretar estos pasos requiere tiempo para conocerse bien y comprender qué agrada o desagrada a la otra persona. Por tanto, es esencial avanzar con calma cuando se trata de una relación significativa y afectiva.
En el caso de las amistades, sabemos que este tipo de relaciones están dirigidas en cultivar el respeto, el apoyo y la compresión entre dos, o varias personas para conocer experiencias de vida que permita generar esa conexión de entendimiento mutuo que necesitamos para ser escuchados, y comprendidos de forma sincera. Dedicar tiempo a construir estas relaciones genuinas implica estar presentes en momentos importantes de la vida de los demás, demostrando así el valor que tiene su presencia para nosotros. En este contexto, las amistades suelen ser menos demandantes emocionalmente y permiten establecer lazos sinceros sin un alto costo emocional, lo cual facilita conocer personas que compartan nuestros intereses y resuenen con nosotros.
Independientemente del tipo de relación que mantengamos, debemos ser conscientes de que existirá un cierto desgaste emocional para sostener los vínculos. Cada persona debe conocer sus límites al compartir tiempo con su círculo cercano y seguro, reforzando de manera positiva esos lazos de comprensión y afecto. También es relevante considerar las etapas de la relación para decidir si queremos profundizarla o, si no estamos interesados, seguir conociendo personas de las cuales aprender en un entorno de confianza.
La frase “Mantener relaciones sólidas y significativas puede requerir un alto costo emocional y de tiempo” nos invita a reflexionar sobre nuestras relaciones y, en particular, sobre la importancia de mantener lazos de afecto o amistad con aquellos que consideramos parte de nuestro entorno más cercano. La reciprocidad en estos casos es muy importante si ambas partes se comprometen a pasar tiempo de calidad que genere un lazo perdurable, y significativo a través del tiempo, porque, en caso contrario, si la relación no es muy convincente en cuanto a la entrega de una parte, u otra, lo mejor sería cortar por lo sano para no atormentarnos en querer entregar todo de nosotros si no hay un retorno emocional de corazón que refuerce, y mantenga una relación duradera.