Cuando nos proponemos aprender algo nuevo, ya sea una habilidad para mejorar el dominio de un idioma, tocar un instrumento o adquirir conocimientos para enriquecer nuestro currículum, el proceso para lograr esos objetivos de manera efectiva generalmente requiere paciencia y perseverancia. Estas cualidades nos permiten mantener el enfoque en lo que deseamos alcanzar, especialmente cuando ese objetivo es lo suficientemente significativo como para inspirarnos a compartirlo con otras personas en el mismo camino de crecimiento personal. En este sentido, la retroalimentación constante sobre un tema específico puede traer grandes beneficios, ayudándonos a desarrollar el dominio necesario para explicar de manera teórica y práctica nuestros conocimientos a quienes comparten nuestros intereses y aspiraciones de aprendizaje.
Aun así, en la mayoría de los casos, puede resultar difícil adoptar esta mentalidad. Muchas veces aprendemos sin ser conscientes de las estrategias que podríamos aplicar para dominar una habilidad o conocimiento específico de nuestro interés, avanzando únicamente cuando ganamos confianza y logramos superar los niveles de aprendizaje necesarios. Comprender este proceso nos permite vislumbrar cómo llegar a ser referentes en una área particular, un logro que surge como resultado de la dedicación y esfuerzo invertidos en dominar habilidades alineadas con una visión de mejora continua. Este proceso no solo transforma la vida de quien aprende, sino también la de quienes buscan mejorar áreas importantes de sus vidas mediante la educación constante.
La reciprocidad es clave para que todos podamos profundizar en los conocimientos que nos interesan, facilitando el crecimiento y desarrollo de nuestras habilidades y estilo de vida.
Cuidado con lo que pensamos
Dejando claro la importancia de que enseñar es la forma más optima posible para dominar una habilidad, es importante tomar nota, o por lo menos comprender que acciones y pensamientos no debemos dejar invadir en nuestras mentes si queremos progresar, y avanzar en la consecución de dominar una habilidad, o conocimiento especifico.
Entre estas acciones, y pensamientos que debemos evitar, podemos mencionar los siguientes:
- Querer aprender rápido: En este primer punto, es normal que al principio queramos aprender lo más rápido posible, respecto a una habilidad que nos interesa. Sin embargo, no debemos acelerar nuestro proceso de aprendizaje si apenas estamos comenzando, e incluso si nos cuesta un poco más de entender, porque, puede pasar que no seamos conscientes de la importancia de la base que debemos construir, y reforzar para ir subiendo en cuanto a un nivel de aprendizaje optimo en cualquier área de conocimiento.
- Dudar de nuestra capacidad: Este punto influye cuando creemos en nuestros pensamientos que no somos capaces de aprender, y lograr algo importante para nuestras vidas. Si estamos aprendiendo y practicando alguna habilidad, es normal que al principio no nos sintamos capaces de dominarlo ya que, primero, debemos entrar en una fase en la que analicemos, e interioricemos lo que estamos adquiriendo como una forma de entender en que procedimientos debemos enfocar toda nuestra energía para ir mejorando progresivamente.
- No practicar lo suficiente: En este punto, es fundamental que practiquemos constantemente el dominio de una habilidad, ya que la misma repetición de lo que hagamos nos volverá maestro por dedicar una, o varias horas al día, en aprender habilidades que nos ayudará en nuestro crecimiento personal y profesional.
- No buscar ayuda: En este último punto, es importante pensar que si no estamos logrando los resultados que queremos, en cuanto al proceso de aprendizaje que estamos llevando a cabo para dominar una habilidad, lo ideal, seria pedir ayuda a alguien que está en el mismo proceso de aprendizaje para dominar la misma habilidad, o conocimiento que queremos adquirir. Es necesario pensar en aquellas personas que nos pueden brindar una mano, si ya tienen un cierto nivel de experiencia en el área donde queremos desempeñaros, por lo cual, la ayuda mutua siempre es un gran benefactor para alcanzar nuestros objetivos.
Estas acciones y pensamientos que mencionamos, son algunas de las causas que podrían generar en nosotros un autosabotaje constante si no manejamos de buena manera la tolerancia para mantenernos enfocados en un proceso de aprendizaje. Ahora, como no queremos dejarnos llevar por esos factores, es importante tomar en cuenta que van a ver momentos en la que sí, o sí, vamos a caer, porque no somos 100 % perfectos para no pasar por un etapa de frustración. Pero, si somos conscientes de que esas circunstancias nos ayudan a mejorar nuestro carácter para salir adelante, mejoraremos no solo nuestra capacidad para confrontar situaciones difíciles, sino que nuestra personalidad se verá fortalecida para afrontar determinados retos en la vida.
Otro factor clave que podemos utilizar a nuestro favor, seria la imaginación para idealizar nuestro “yo” con las habilidades, y conocimientos que deseamos en un futuro no muy lejano. Está práctica de pensar en lo que queremos convertirnos es de buena ayuda para mantenernos enfocados en el proceso de aprendizaje constante. En ese contexto, siempre debemos soñar, o por lo menos, pensar en como seria nuestra mejor versión si logramos concretar aquellos objetivos que demandan de mucho tiempo, y esfuerzo para conseguirlos, si es que realizamos el trabajo para ello, ya que nada es fácil, todo se logra a través del esfuerzo diario. Incluso, en momentos muy cortos de tiempo podemos lograr grandes cambios en nuestra de forma de pensar, y de ver la vida como la escuela de enseñanza más grande que debemos apreciar.
La frase “Cuanto más enseñas, mejor aprendes” sin duda nos invita a transformarnos en ese profesor interno que tenemos todos cuando dominamos alguna habilidad, o conocimiento de nuestra expertiz. Si somos conscientes del potencial que tenemos en cuanto a las habilidades o conocimientos que poseemos, podemos cambiar no solo la vida de aquellos que estén interesados en aprender, sino también, nosotros mismos que vamos retroalimentándonos en cuanto a las experiencias vividas de cada persona, sobre la forma en como se han educado en ciertos temas que son de sus intereses y lo han transformado en una habilidad o conocimiento que puede ser aplicado en otras área de la vida.
Al final se trata de que todos aprendamos algo nuevo de cada persona, para generar conexiones de forma espontánea y amistosa, y aprendamos a valorar nuestras propias capacidades para afrontar cualquier obstáculo que nos anteponga la vida.
Solo necesitamos la disposición de aprender algo nuevo y transmitirlo a otros, contribuyendo no solo a nuestro propio crecimiento, sino también al de quienes nos rodean