“Un hombre que es maestro de la paciencia es maestro de todo lo demás”. George Savile.

“Un hombre que es maestro de la paciencia es maestro de todo lo demás”. George Savile.

“Un hombre que es maestro de la paciencia es maestro de todo lo demás”. George Savile.

Cuando hablamos de la paciencia necesaria para afrontar una situación o circunstancia que requiera controlar nuestras acciones y pensamientos, sin duda, puede resultar difícil de sobrellevar si no estamos acostumbrados a enfrentar experiencias que pongan a prueba nuestra templanza y tranquilidad. Reaccionar de manera adecuada ante sucesos negativos, problemáticos o inesperados en nuestra vida diaria no es tarea sencilla. En este sentido, la paciencia nos ayuda a desarrollar resiliencia, permitiéndonos afrontar y comprender que la vida está llena de desafíos que debemos aprender a superar con serenidad. Practicar el arte de la paciencia nos permite pensar, analizar y reflexionar sobre cómo respondemos a situaciones de estrés en cualquier ámbito de nuestra vida.

Paciencia para pensar, analizar y reflexionar.

No responder adecuadamente al control de nuestras actitudes, y pensamientos a situaciones de gran complejidad, solo aumentarán el nulo dominio que tenemos de nosotros mismos. Pensemos en aquellas ocasiones en las que perdimos los estribos por dejarnos llevar por el enojo, la angustia o la desesperación. Muchas veces, no sabemos canalizar esa energía de frustración hacia un estado de calma que nos ayude a pensar con mayor claridad. Por impulso, es más fácil que reaccionemos de esa forma a que nos calmemos, y pensemos de forma reflexiva sobre una situación en el momento, ya que somos seres humanos, y nuestros sentimientos y emociones a veces nos juegan malas pasadas que son muy difíciles de remediar si estas se transformarán en palabras, y acciones que hieran a otras personas. **Ahora, sabemos que para poder cambiar nuestra percepción de los que nos sucede, no es fácil, sobre todo si es a un estado de paciencia y tranquilidad para calmar nuestros pensamientos y acciones. Pero, un trabajo que podemos hacer para entender de alguna manera cual es el proceso de pasar a un estado más favorable que permita calmar nuestros es ánimos, es buscar personas referentes, o que conozcamos en nuestra rutina diaria. Es decir, buscar individuos que sean tranquilos y que no pierden los estribos ante situaciones de gran complejidad, o en momentos que se requieran pensar fríamente.

No debemos perder los estribos.

Si tenemos suerte de contactar con personas de ese estilo, no perdamos la oportunidad de hablar con ellos para entender como se comportan, y actúan ante situaciones que requieran de mucha templanza para saber sobrellevar determinadas circunstancias.

El arte de la paciencia

Reflexionar sobre situaciones en las que perdimos el control es clave para sincerarnos con nosotros mismos. Esto nos permite identificar aspectos de nuestra personalidad que podríamos mejorar para afrontar con mayor serenidad los desafíos de la vida. Si no trabajamos en cambiar nuestras reacciones impulsivas por respuestas más calmadas, es probable que nunca hayamos tenido la verdadera intención de transformarnos. El cambio requiere paciencia y honestidad para reconocer nuestras propias debilidades.

La paciencia en general puede ayudarnos a proyectar una nueva versión mejorada de nosotros mismos. Practicar este estado de reflexión nos ayuda a superarnos como personas integras capaces de tener una propia autocritica sobre las acciones y pensamientos que realizamos a lo largo de nuestro día. En ese sentido, los beneficios de está practica va enfocado al desarrollo de nuestro crecimiento personal en distintas áreas de la vida, ya que, en cada experiencia que atravesamos sea buena o mala debemos aprender que la paciencia es clave para poder prestar atención a esos detalles que marcan la diferencia sobre la compresión del “por qué” suceden determinados acontecimientos en nuestra vida diaria. Si queremos aprender algo, la paciencia es la clave para dominarlo, si queremos tener más control de nuestros actos y pensamientos, la paciencia es nuestra mejor aliada para mantener en tranquilidad la mente.

Mantener el control de nuestros actos y pensamientos.

Cultivar la templanza en cualquier área de la vida nos eleva a un nivel de conciencia superior. Este estado incluso puede trascender a una dimensión espiritual si decidimos trabajarlo en profundidad. Personalmente, no tengo mucha información sobre este tema, pero podemos imaginar a aquellas personas que parecen tener un dominio absoluto sobre sí mismas. Seguramente, han desarrollado algo más que la simple capacidad de calmar su mente, combinando la paciencia con otras prácticas como la meditación. Su nivel de espiritualidad puede ser tan elevado que resulta incomprensible para la mayoría de nosotros, ya que han dedicado tiempo y esfuerzo a perfeccionar el arte de la paciencia en su rutina diaria.

En última instancia, la decisión es nuestra. Si queremos estabilidad y crecimiento, la paciencia será nuestra mejor aliada para avanzar en cualquier ámbito de la vida.

La paciencia es la clave para vivir con mayor plenitud y equilibrio.

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